La explotación infantil problema grave en México
La explotación infantil es la utilización, para fines económicos o de otra índole, de menores de edad por parte de adultos y que afecta, como consecuencia, el desarrollo personal y emocional de los menores y el disfrute de sus derechos.La explotación laboral infantil se ha convertido en un grave problema
en México, donde 10.7 por ciento de la población entre 5 y 17 años de edad trabaja y sufre diversas formas lacerantes de discriminación
La situación económica del núcleo familiar obliga a que niñas y niños abandonen sus estudios: cuatro de cada 10 de las y los niños que trabajan, ya no asisten a la escuela
. Tal situación marcará el resto de su vida laboral; sin preparación, aspirarán a trabajos con una baja remuneración económica, tendrán pocas oportunidades de crecimiento y muy probablemente tal cosa obligará a las y los hijos a continuar con la tradicional precariedad familiar
.
Un aproximado de 3 millones 15 mil 67 menores de edad laboran en condiciones de especial peligrosidad física
, en el campo y zonas agrícolas, y pueden ser también víctimas de explotación sexual o de cumplir trabajo forzoso y servil en la calle, en el hogar y en otros sitios.
En la calle, los menores de edad se ocupan en la venta ambulante, en espectáculos callejeros, limpian automóviles o calzado, recogen basura, reparten mercancías, son guías de turistas ocasionales o de plano están en la mendicidad
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La población infantil que trabaja se concentra fundamentalmente en las áreas menos urbanizadas de México, y el porcentaje de trabajadores infantiles en estas zonas es también más elevado que en las más pobladas. La presencia de niños y niñas trabajadores menores de 14 años es las localidades más pequeñas supera a la de las ciudades.
El trabajo infantil no está extendido en igual medida entre los niños y las niñas: los niños trabajadores superan casi el doble en número a las niñas que trabajan: el 67% de los niños entre 5 y 17 años trabaja (2,441,070), en comparación con el 33% niñas (1,205,997). Sin embargo este no es el mismo caso para los quehaceres domésticos – los cuales no son considerados como parte de las actividades económicas de acuerdo al marco conceptual de esta encuesta – y en donde la incidencia de la participación es notoriamente diferente entre niños y niñas en este mismo rango de edad: casi el 60% de todos los niños participa en este tipo de actividades, (8,811,697), frente a más del 72% de las niñas (10,496,179).
La erradicación del trabajo infantil tiene para la OIT (Organización Internacional del Trabajo) una prioridad urgente y muy importante ya que durante siglos el trabajo infantil fue aceptado y era legal mientras que actualmente, ésta y otras prioridades forman parte de la Declaración De los Derechos Del Niño. La Convención sobre los Derechos del Niño establece “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”. El Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil reconoce que proteger a las niñas y a los niños requiere de respuestas integradas que incluyen empleos y trabajo decente para sus padres y medidas de protección social que les ayuden a mantener a las niñas y a los niños en la escuela.