10 Consejos para superar la adicción al trabajo
¿Eres la primera persona en entrar y la última en salir de la oficina? ¿Programas tus visitas médicas fuera del horario laboral? ¿Echas de menos el trabajo cuando no estás en él? ¿Cambias los encuentros con tus amigos por jornadas inacabables de trabajo? posible que seas un workaholic
Un workaholic es una persona adicta a su trabajo o bien que pasa casi todo el tiempo dedicándoselo a este.
La crisis económica y el hecho de vivir en una sociedad cada vez más competitiva y exigente ha provocado que el número de adictos al trabajo haya aumentado como la espuma en los últimos años. Y aunque ser trabajador es una virtud, llevar esta práctica al extremo puede suponer la aparición de trastornos de ansiedad y a sacrificar total o parcialmente la vida personal y familiar.
Si te sientes identificado con esta descripción, te recomendamos que sigas leyendo y no pases por alto estas recomendaciones
El primer paso: admitir el problema. Reconocer que estás trabajando más de la cuenta, que eso tiene consecuencias negativas y que debes hacer algo para invertir esta situación.
Habla con tus familiares y amigos. Plantéales las causas que te han llevado a distanciarte de ellos y pídeles toda su ayuda.
Acéptate. Normalmente, estas actitudes suelen estar relacionadas con altos niveles de autoexigencia. No aspires a conseguir la Luna a costa de tu salud: eso sólo te traerá frustración y problemas físicos y psicológicos.
Aprende a delegar.Establece cuáles son las tareas prioritarias que tienes sobre la mesa y confía a otras personas aquellas que no lo sea.
Cumple los horarios laborales… sin pasarte. Evita quedarte en la oficina más tiempo del que establece tu contrato o llevarte trabajo a casa. Aunque al principio esta decisión puede causarte tensión y ansiedad, es un paso importante para superar la adicción.
Fíjate objetivos a corto plazo. De este modo, focalizarás tus esfuerzos en ellos y dejarás de lado los excesos.
Procura no sentir ansiedad. Piensa que es inevitable dejar trabajo pendiente, pero somos personas y no máquinas: no se puede llegar a todo.
No pienses en el trabajo. Tras cruzar la puerta de la oficina para regresar a casa, los problemas deben quedarse allí.
Haz actividades o cursos que te llenen y te relajen. Entre éstas, las más efectivas son el ejercicio físico moderado.
Mira el mundo con otros ojos. Prepárate para disfrutar de los pequeños placeres que nos brinda la vida cotidiana: degustar un café en compañía de nuestros seres queridos, tomar un baño caliente y relajante, jugar con tus sobrinos o hijos pequeños… Sólo así te darás cuenta de todo lo que nos puede llegar a robar la adicción al trabajo.
Debes seguir estas indicaciones poco a poco pero siendo firme con cada una de ellas pues la adicción al trabajo es difícil de superar si no se tiene consistencia en dejar de lado el trabajo cuando no se esta en el, ser capas de aprender a diferenciar entre ser un buen trabajador y un adicto al trabajo.