Los 9 tipos de empleados en una empresa
La mayoría de las empresas reconocen la existencia de 9 tipos de empleados. Todos ellos poseen características positivas y negativas que determinan sus chances o no de crecer dentro de la compañía en la que se desempeñan a nivel profesional.
El Manipulador
Siempre hay un trabajador que actúa como si todo girara entorno a él. Éstos no mantienen un buen nivel de pro actividad ni logran afianzar relaciones de confianza con compañeros y superiores. Con esta clase de empleados, es mejor no compartir información relevante.
El Desafiante
Este tipo de empleado es ideal para afrontar nuevos desafíos. Sin embargo, es el que busca que todo funcione a su ritmo y advierte cada detalle. Por ello, no es bueno para proyectos a largo plazo porque en el afán de tratar de estar en todo se vuelve demasiado independiente. De todos modos, pueden actuar como buenos líderes.
El Perfeccionista
Este trabajador cuyos mayores atributos laborales son la búsqueda de que todo funcione a su ritmo y que advierte hasta los más mínimos detalles, no suele ser un buen líder porque, en su afán de perfección, se vuelve demasiado solitario.
El Irresponsable
Para lograr que este tipo de trabajador cuya principal característica es la despreocupación trabaje bien, se le debe proponer un incentivo y controlarlo para evitar que cause problemas.
El Psicoanalizado
Se estresa por todo y rechaza los cambios, por eso, es bueno solo para tareas rutinarias y sin grandes desafíos.
El Pragmático
Tienen buenas ideas pero, a veces, olvida el impacto de sus acciones en el resto de sus compañeros.
El Tardío Crónico
Este tipo de empleado llega tarde siempre y acostumbra a inventar historias para justificar su falta de responsabilidad ante el cumplimiento de un horario. Por ello, para lograr que llegue en hora, se lo debe motivar con incentivos por puntualidad o, descontarle dinero cada vez que llega fuera de hora.
El Agresivo
Si se advierte un problema de agresividad con un empleado, se recomienda buscar un compañero de trabajo que tenga buen relacionamiento con él y confianza como para hablar con sus allegados para ver si la persona tiene algún problema externo y poder ayudarlo.
El Ladrón
Es un trabajador que considera que la empresa siempre está en deuda con él y, por tanto, siente que todo material con el que trabaja le pertenece como parte de su salario. Por ello, se debe intentar negociar con él y, si no entra en razón, desvincularlo de la compañía.